Hoy es el Día de la Madre, aquel ser de dulzura infinita que Dios creó para que nunca falte la ternura en la tierra. El Supremo Hacedor no podía estar en todas partes, por eso puso a las madres sobre la faz planetaria. La mía viajó hacia otra dimensión por designio divino, pero jamás he podido decir que no la tengo porque a cada instante de mi vida está conmigo, como estuvo siempre desde mi nacimiento.