Marco van Basten quiere revolucionar el fútbol. (O tal vez convertirlo en otro deporte). En su nueva y alta posición en la FIFA ha ideado una batería de cambios que van desde eliminar el offside hasta definir partidos en un mano a mano entre arquero y delantero. Más allá de que muchas de sus propuestas parecen desatinadas, cabría preguntarle: ¿Y si empezamos por los árbitros, Marco…? ¿Qué tal si instituyen de una vez por todas el video, Marquito…? ¿Y si preparan individuos criteriosos para que dirijan partidos y no sujetos que parecen tontos y maleables…? ¿Qué tal si se exigiera un test de inteligencia primero y el curso de árbitro después…? ¿Por qué antes de impulsar revoluciones no cumplir primero con el reglamento actual, que es muy bueno por cierto?