El domingo 19 de marzo, tras el festejado triunfo por 4-2 del Barcelona sobre el Valencia con dos goles y estupenda actuación de Lionel Messi, en la zona de palcos del Camp Nou uno de los hermanos de Leo pasaba de la alegría a la preocupación y le confiaba a una gloria del fútbol: “Uuuffff, ahora tiene que ir para allá, donde los periodistas y el ambiente lo vuelven loco…”. Se refería, claro, a que debía viajar para cumplir con la doble jornada de Eliminatoria de Argentina versus Chile y Bolivia.