El periodista mexicano Mauricio Ortega Camberos, exdirector del diario La Prensa, culpado de robar la camiseta de Tom Brady –mariscal de campo de los Patriotas de Nueva Inglaterra–, fue al último Super Bowl como miembro acreditado de un medio de comunicación, pero pasó la semana recolectando fotografías con jugadores y autógrafos de leyendas de la NFL y presumiendo a sus colegas de que estaba ahí como aficionado, no como reportero.