La caída de Delfín parecía un hecho ayer en el estadio General Rumiñahui. Independiente del Valle ganaba, de forma merecida, 1-0. Incluso, si llegaba otro gol no habría asombrado a nadie. Mas, en el epílogo, la visita sorprendió y sentenció 1-1.
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La caída de Delfín parecía un hecho ayer en el estadio General Rumiñahui. Independiente del Valle ganaba, de forma merecida, 1-0. Incluso, si llegaba otro gol no habría asombrado a nadie. Mas, en el epílogo, la visita sorprendió y sentenció 1-1.
La caída de Delfín parecía un hecho ayer en el estadio General Rumiñahui. Independiente del Valle ganaba, de forma merecida, 1-0. Incluso, si llegaba otro gol no habría asombrado a nadie. Mas, en el epílogo, la visita sorprendió y sentenció 1-1.
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Dos milenios atrás, la verdad murió crucificada. Desde entonces la mentira ha cobrado fuerza y se mantiene vigente en este mundo.
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