Las peripecias que afrontó Atlético Tucumán para llegar a Quito el último martes le dieron un barniz de hazaña al triunfo del cuadro albiceleste sobre El Nacional. Y ya conforman un capítulo destacado en el libro histórico de la Libertadores. Volumen tan abundante, por cierto. Seguramente nunca se sabrá por qué su avión chárter no fue habilitado para salir de Guayaquil y por qué el vuelo de línea que habían conseguido tampoco recibió en tiempo autorización para despegar.