El delantero uruguayo Diego Forlán disfrutaba de unas tranquilas vacaciones en la chacra familiar de Solanas, con casi nada de fútbol, bastante tenis y mucha playa. Pero todo cambió cuando se supo que Peñarol quería tentarlo para que regresara. Su celular enloqueció. Directivos, técnicos, allegados y hasta algunos jugadores del plantel lo llamaron para intentar convencerlo. Lo mismo pasó con los hinchas en las redes sociales. Él afirma que su etapa como aurinegro está cerrada, pero en el club aseguran que con ellos no fue tan categórico y se ilusionan con convencerlo para que vuelva.