Una excelente actuación de un Barcelona muy serio que goleó a la UD Las Palmas por 5-0 sirvió, como acostumbra a pasar, para que el equipo pusiera punto final a una semana cargada de polémicas. Todo el ruido que acompaña la gestión de la entidad se acaba en cuanto la pelota rueda y el conjunto blaugrana funciona al nivel que hizo este sábado. Que el equipo sea el paraguas de la entidad no es algo nuevo, pero lo que fue novedoso fue la aportación de los jugadores menos habituales, que finalmente permitieron a Luis Enrique hacer las rotaciones exigidas a estas alturas de campeonato con total solvencia.