La competencia internacional excita de manera especial al público futbolero; la vive más intensamente. En todo el mundo es igual. Cuando hay copa entre semana los hinchas decimos ¡cuántos partidos…! Cuando no hay, extrañamos ese fárrago de resultados y goles. Y de juegos de mayor categoría. En Sudamérica la avidez se acrecienta porque nuestras ligas, famélicas de figuras, no motivan lo suficiente. Y a propósito de figuras, las dos más nítidas del continente –Gabriel Jesús de Palmeiras y Miguel Ángel Borja de Atlético Nacional– no permanecerán más allá del Año Nuevo en estas tierras. El primero ya fue fichado por el Manchester City en 34 millones de euros. Si no media una catástrofe, esta tarde debe ganar el Campeonato Brasileño, ya se consagró campeón olímpico, es uno de los artilleros de la Eliminatoria, le sobra técnica… El segundo es una presa imperdible para cualquier club europeo. Borja garantiza formidable remate, fuerza, velocidad, decisión para el gol, carácter. Hay docenas de mercados que apetecen esas cualidades. Y todos pagan más que acá. “No llega al primero de enero en Nacional”, admiten en el propio club verdiblanco.