Más equipos, más partidos, calendario extendido, nuevo reparto de cupos… A partir de 2017 tendremos una renovada Copa Libertadores. Existe en el ser humano una natural resistencia al cambio, exacerbado en el caso del fútbol. Hinchas y periodistas deportivos son renuentes a las modificaciones, especialmente de los torneos. Siempre protestan. Si se les hiciera caso, se jugaría como en 1930. Sin embargo, está comprobado que los cambios son buenos. Basta recordar la desangelada Eliminatoria en grupos de tres equipos o el acotado Mundial con apenas 16. No tenían el atractivo ni la repercusión de los actuales.