“Ecuador hizo todo para ganar”, declaró Gustavo Quinteros con tono casi molesto tras el 2-2 en La Paz. El tema es que no jugaban solos: Bolivia también hizo todo para ganar, incluidos dos preciosos goles de Pablo Escobar, de nombre y apellido desdichado, pero con un fútbol magnífico. Y los convirtió primero. Gustavo demeritó en cierta forma los goles bolivianos por ser “de fuera del área”. Pero esos tantos tienen igual mérito que los goles ecuatorianos. De hecho, fueron de mejor factura, más bonitos. Y el segundo fue dentro de las 18 yardas, tras haber desparramado a Mina y a Paredes. Que no son dos dormidos justamente.