Se alista para disputar la final de la Copa Libertadores con Atlético Nacional de Medellín (campeón en 1989 y segundo en 1995), pero el asombroso Independiente del Valle ya ganó cosas importantes fuera del terreno de juego: prestigio, respeto universal y que su gesta futbolera se compare con la del Leicester, sorprendente campeón de la Liga Premier.