En este tipo de torneos, siempre que un equipo gana sus dos primeros juegos y pasa a la siguiente ronda el entrenador enfrenta una disyuntiva: poner a los suplentes en el tercer partido, total ya está clasificado, o seguir con los titulares para garantizarse el primer lugar del grupo. Con los reservas se puede permitir dar descanso a los mejores, que de por sí deben jugar cada tres días. Y los mejores vienen de Europa, al final de una larga temporada. En cambio, con los titulares es más probable asegurarse el primer puesto y jugar contra el segundo de otro grupo, que por lo general no es igual que medirse con el primero, más fuerte.