“Argentina se vengó de Chile”, tituló la mayoría de los diarios del continente. En absoluto. Tomarse revancha sería superarlo en la final, que equivale a ser campeón. Aunque fue por penales, eso hizo Chile en la Copa pasada. Argentina apenas le ganó el primer partido del grupo. Si quiere coronarse debe atravesar con éxito cinco más. Y si volvieran a toparse en la última instancia, lo cual es posible, ahí sí podría desquitarse. Sin embargo, el 2-1 de Argentina tiene valor triple porque venció al dueño de la corona, por haberlo logrado sin Messi, su rey de oro en todos los torneos que protagoniza, y porque saltó sin derribar la valla del debut.