Los fantasmas del Mundial 1994 sobrevolaron el curioso Levi’s Stadium de Santa Clara, pero no se detuvieron. Siguieron viaje hasta perderse en algún punto del espacio boreal. Aquella también fue una calurosa tarde californiana (allí estábamos). Las reminiscencias son inevitables. El recuerdo de Andrés Escobar, lo mismo. El elegante zaguero marcó un gol en contra esa tarde: Estados Unidos ganó 2-1 y la derrota le costó la eliminación a Colombia. Al volver a Medellín fue asesinado.