Ricardo Vasconcellos: Seis décadas en el cargo de Ministro

Debe ser un récord mundial el de Vicente Lecaro Coronel: unos meses más y cumplirá nada menos que 60 años en el puesto de ministro de Defensa, un cargo que no depende de los vaivenes políticos ni de los compromisos partidarios. Se lo confirió la hinchada del equipo más popular del Ecuador y ha sido ratificada aún por los más enconados adversarios.Y es que el Ministro Lecaro dejó una impronta insuperable con la divisa oro y grana, con la tricolor nacional y con la de la selección de Guayas, cuando se jugaban aquellos épicos partidos entre la albiceleste y Pichincha. Pero, además, fue refuerzo de todos los equipos porteños cuando se cumplían aquellos inolvidables amistosos en el viejo estadio Capwell y en el Modelo. Llegaban a Guayaquil los mejores cuadros de América y de Europa. Las oncenas de la ciudad se alistaban a enfrentarlos. Técnicos y dirigentes se acercaban a Barcelona para pedir al Ministro en calidad de refuerzo.Las divergencias y rivalidades quedaban de lado porque la calidad técnica de Vicente Lecaro no admitía superficialidades. Emelec lo solicitó varias veces y en una de ellas de modo oficial. En 1962 los eléctricos lo inscribieron para la Copa Libertadores de América junto a su insuperable ladero: Luciano Macías, el gran capitán torero. El 7 de febrero de 1962, en el Modelo, debutó con la blusa azul y plomo con Cipriano Yulee de arquero y la compañía del estudiante vicentino Walter Arellano y Macías. Ganó Emelec 4-2 y uno de los goles fue del gran zaguero central. Estuvo también en un partido de leyenda: la noche en que Emelec, superando una desventaja 0-2, goleó 7-2 a la Universidad de Chile, con cinco dianas de Enrique Raymondi.En Barcelona Astillero River, Claudio Roca, Jorge Molina, Xavier Arce y Víctor Hugo Quimí se preguntarán cómo me acordé del Ministro Lecaro al que debía una columna desde hace mucho tiempo. Yo, que lo vi aquella tarde de 1957 cuando saltó al campo como defensa central en un amistoso de reservas entre Barcelona y Everest, no lo he olvidado nunca. Lo vi jugar entre 1957 y 1971, cuando se despidió junto a Luciano. Ningún argumento podrá servir para convencerme de que hay en su puesto alguien igual o mejor. Es el más grande de todos y en la luminosidad del recuerdo, con el brillo de la nostalgia, lo veo salir con el balón dominado, lleno de señorío, entregándolo con tal clase que hasta se veía las costuras de la esférica.Elevándose para el rechazo de testa con destino certero; durmiendo el balón en el pecho, amagando y desairando a sus rivales; entregando seguridad y confianza a sus arqueros que sabían que con el Ministro en el área se levantaba otra muralla china.Y se me estaba pasando por alto contar a mis amigos de Barcelona Astillero –a cuyas sesiones nunca falta Vicente– que durante meses guardé esta fecha para rendir un homenaje al más grande zaguero central de la historia nuestra. Un día de enero anterior abrí una vieja revista y allí estaba Vicente Lecaro en una foto, montado en una bicicleta. La nota que acompañaba a la foto decía que nuestro héroe había nacido el 8 de junio de 1936. Y, ¡zas!, dije: yo le dedico una columna como regalo por sus 80 primaveras.Y cuando buscaba algunos datos que me faltaban porque no tengo mi archivo a mano, me encuentro con que la ficha de Asoguayas dice que nació un 19 de abril. Luego dije: la fecha es lo de menos, el Ministro llegó ya a las ocho décadas sin que su cartera ministerial peligre porque los centrales de la actualidad no llegan ni a terceros subsecretarios.Lecaro enfrentó a grandes centrodelanteros. El año de su debut en primera ya debió medirse a Carlos Alberto Raffo, Juventino Tapia, Aníbal Marañón, Alberto Spencer, Horacio Tanque Romero y otros grandes pilotos de ataque. Tuvo rivales de talla mundial como Alfredo Di Stefano, Ferenc Puskas, Pepe Sasía, el portugués Eusebio, el Rey Pelé, Ramón Villaverde y una muy larga lista de estrellas que no caben en esta columna.Durante catorce temporadas formó líneas defensivas memorables. La primera de ellas con Miguel Esteves y Luciano Macías. Después con Ubaldo Herrera, Mario Zambrano y Ruperto Reeves Patterson, cuando debieron jugar en la zaga, el brasileño Jair, Dick Torres, Pedro Leyton y otros recordados futbolistas. La leyenda irrebatible dice que junto a Alfonso Quijano, Luciano Macías de cuarto zaguero y Miguel Cortijo Bustamante formó la retaguardia más famosa de todas las épocas: la Cortina de Hierro. Solo la perfidia arbitral impidió que el mundo viera a estos jugadores en Inglaterra 1966.El 1 de mayo de 2005 Diario EL UNIVERSO hizo pública una votación para elegir al ‘Ídolo del Ídolo’ cuando el equipo del Astillero cumplía 80 años de fundación. Vicente Lecaro Coronel fue elegido por una amplia mayoría. Era una refutación a la prédica diaria del ‘periodismo’ de celular de que los verdaderos cracks son los de ahora y que antes de que ellos debutaran en micrófono, o pantalla, nadie sabía patear una pelota.Una de sus muchas virtudes era la potencia y colocación de sus disparos de tiro libre o de penal. Uno de ellos se convirtió en gol ante Peñarol, en 1961 en el Modelo. Alberto Spencer intercedió por su pase, pero Barcelona pidió $ 50.000 y dos jugadores y la transferencia se frustró. La absurda pretensión (Spencer le costó $ 10.000 a los uruguayos) impidió que Lecaro formara en uno de los mejores equipos del mundo de todos los tiempos y fuera campeón de la Copa Libertadores y doble campeón del mundo de clubes.Esta historia nos la contó Spencer en Nueva York, en una larga entrevista que le hicimos para El Diario/La Prensa de esa ciudad. Y agregó: “Pudo jugar en cualquier equipo del mundo”. Después llegaron emisarios de Lanús, de Argentina, y Nacional, de Uruguay, pero se frenaron ante las cifras irreales para el mercado de ese tiempo.Con la camiseta de Barcelona, Lecaro fue campeón de Guayaquil en 1961, 1963, 1965 y 1967; mientras que en 1960, 1963, 1966, y 1970 fue monarca nacional. No regateó en la cancha ni un gramo de esfuerzo en tiempos en que los jugadores se entregaban con alma y corazón en busca de la victoria. “En mi época, todos amábamos la camiseta y dejábamos la vida por ella. Llevábamos sobre nuestros hombros una herencia gloriosa, un equipo que era ídolo nacional y que tenía una afición inigualable, incondicional. Creo que ese es el problema: los actuales jugadores no saben nada de eso, de lo que significa amar a la camiseta”, dijo Lecaro a este Diario en el 2005. Los que vimos su dilatada campaña sabemos que es una verdad tan gigantesca como su calidad de inimitable crack. (O)

Ricardo Vasconcellos: Seis décadas en el cargo de Ministro

Perturbadores detalles del acoso a Emma Raducanu

Un periodista descubrió a Pancho Segura hace 90 años

‘Orsai en el paraíso’

Sombras nada más

En la Tri, ¿hemos vuelto a los tiempos del ‘Bolillo’ Gómez?

El juego de la oca

Ecuador se enfrenta a Paraguay en ‘playoffs’ por cupo al Mundial sub-17

Liga de Quito vs. Deportivo Táchira por el grupo C de Copa Libertadores: horario y canales para ver el partido

Dónde y a qué hora ver Independiente del Valle vs. Universitario por el Grupo B de la Copa Libertadores

‘No fue el debut que quería’, dice Allen Obando sobre su estreno con Inter Miami en la MLS

¿Cuándo juega Barcelona SC y River Plate por el Grupo B de la Copa Libertadores?

Lo último

Estados Unidos amenaza con aranceles del 104% a China si no retira represalias comerciales antes del 8 de abril

ADN reconoce y rinde versión sobre denuncia contra legisladora Paola Cabezas por presunto delito de pánico económico

‘Fue muy fuerte el estruendo, como que algo explotó’, dicen vecinos de Guápulo tras deslave que afectó a tres familias

Ecuador se enfrenta a Paraguay en ‘playoffs’ por cupo al Mundial sub-17

Los Tiguerones Igualitos y Los Fatales estarían detrás de atentados en el noroeste de Guayaquil

Elon Musk pide “aranceles cero” entre Estados Unidos y Europa

Compañía

Ayuda / Asistencia

Nuestras marcas