El paralelo se traza solo: Independiente del Valle, ya como semifinalista, es la revelación sudamericana. La sorpresa grata y simpática, como fue Leicester en Inglaterra y, por repercusión mediática, en el mundo. Pero, al igual que el Leicester, en el caso de Independiente la extrañeza proviene de lo ignoto de su nombre, su escasa tradición; futbolísticamente no cabe la palabra asombro: es muy buen equipo, de excelentes individualidades, mantiene un proceso de trabajo de varios años, por algo esta es su tercera Libertadores al hilo. De modo que, por ese lado, no sorprende. Empezaron 38 clubes esta edición, Independiente ya está instalado entre los cuatro que la definirán, un mérito notable.