Euforia, rabia, desahogo, gritos hasta al cielo. La barra la Boca del Pozo y los casi 20.000 asistentes al estadio Reales Tamarindos festejaron con esos sentimientos cada uno de los tres goles que hizo Emelec a Liga de Quito, en el partido de ida de la final del campeonato nacional jugado anoche en Portoviejo.