Chile no ha ganado nunca nada y Argentina hace 22 años que ganó por última vez, lo que les tiene que doler tanto como a los chilenos lo suyo. Ambas selecciones necesitan la victoria, que en el caso de Chile sería histórica. También la Copa América necesita una rehabilitación, un buen y bello partido, para endulzar la imagen de esta edición, con poco juego, muchas patadas, sanciones de ida y vuelta, escapada de Arturo Vidal, floja actuación de las figuras y hasta el manoseo (del chileno Gonzalo Jara al uruguayo Edinson Cavani). Más la clamorosa ausencia de sus dirigentes, a la sombra o escondidos. La presidenta Michel Bachelet entregará la Copa.