¡Aquellos caballeros de cuello alto y sombrero elegante que crearon la Copa América en 1916 están tan lejos de estos…! Tan distantes en el tiempo, pero sobre todo en el espíritu... Si pudieran otear desde el más allá y aspirar el fétido olor de las coimas que envuelven a la Copa América, se espantarían. Y hasta morirían de nuevo al saber que la Conmebol que ellos fundaron con visionario afán es coorganizadora del torneo junto a Datisa, la empresa cuyos ejecutivos están presos o prófugos acusados de sobornar a dirigentes para quedarse justamente con los derechos comerciales de esta Copa (y de otras tres más).