El preparador físico de la Selección tuvo ayer un nuevo motivo para enojarse. Al abrir el suplemento deportivo de diario El Mercurio, de Santiago, leyó la nota titulada ‘La historia del chileno Rodrigo Figueroa, el arma secreta de Ecuador’. Pero más allá del análisis de su tarea profesional, el contenido hacía referencia a que supuestamente el colaborador de Gustavo Quinteros se hizo conocido por recomendar viagra a futbolistas en Bolivia (para contrarrestar los efectos de la altura).