La FIFA, asociación de derecho suizo compuesta por 209 asociaciones nacionales y cuyo jefe, Joseph Blatter, dimitió el pasado martes, es la organización deportiva más poderosa del mundo, capaz de superar los 2.400 millones de dólares de ingresos solo con los derechos televisivos del Mundial y de hacer recular a gobiernos con la amenaza de excluir a sus países de sus competiciones.