El Clásico del Astillero de hoy entra en los anales del balompié nacional como un suceso que registrará eternamente la historia del deporte tricolor. El hecho inédito implicará que los dos equipos más populares del país, los dos fenómenos de masas futboleras, los protagonistas del duelo más representativo y tradicional de Ecuador se miden, por primera vez, en una final por el campeonato.