En un juego accidentado, con cuatro expulsiones –entre ellas las de los dos porteros de Barcelona–, lanzamiento de objetos desde las gradas –una botella de plástico impactó a un juez de línea–, protestas de futbolistas contenidas por la Policía, y con el juez central, Vinicio Espinel protegido por los uniformados al dejar el campo, Independiente venció 2-1 ayer a Barcelona, en Sangolquí.