Miroslav Klose tenía 11 años cuando el Muro de Berlín fue derribado. Había llegado a Alemania con su familia, de origen polaco, dos años antes, procedente de Francia. Para entonces los títulos mundiales de 1954 y 1974 los había conseguido la Alemania Occidental, que como tal compitió en 1990 y también ganó esa Copa.