Sin Julio Grondona, el fútbol argentino quedó sumido en la incertidumbre. Murió el dueño de la pelota, un líder absoluto que se sentía por encima de todo control. Políticos y futbolistas desfilaron ayer en el velorio de quien durante 35 años lideró la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) y llegó a ser el segundo dirigente de mayor peso en la FIFA, en un acto en el que hubo muchos famosos, pero casi ningún hincha.