Ya está, ya fue. No da para hacer dramas. La rabia, imaginamos, nace del hecho de ser el único sudamericano eliminado en primera fase. Pero la despedida fue con suma dignidad. Ecuador se fue de pie, luchando, dando todo. Ahora se lamenta más que nunca el error individual en el minuto 93 del primer partido. De no ser por ello se podía pasar de ronda. Francia intentó mil veces el gol, lo buscó por cielo y tierra y chocó contra un arquero y una defensa que le taparon las ansias y la metralla, todo. El mediocampo también bañó el césped de sudor y voluntad. Y arriba, Enner se debatió solo contra el mundo y generó mucha inquietud a zagueros que actúan en los clubes más grandes del mundo.