Hace un año el beisbolista Yasiel Puig estaba en casa de sus padres en Cienfuegos, Cuba, sin poder jugar, lleno de angustia y preocupaciones por una suspensión en represalia por intentar abandonar la isla. Desde entonces se embarcó en una vertiginosa intención de desertar con el propósito de buscar la posibilidad de jugar en Estados Unidos.