Hoy se rememoran 100 años del natalicio del ciudadano guayaquileño, Carlos Luis Plaza Dañín, quien destacó en el ejercicio de la jurisprudencia, la cátedra, la política, la actividad cívica y el servicio comunitario. Nació el viernes 21 de marzo de 1913 en el hogar de Antonio Plaza Iglesias y Julia Rosa Dañín Millán de Plaza, troncos de la extensa familia.

Plaza Dañín estudió en los colegios San José La Salle (Guayaquil), San Gabriel (Quito), y Vicente Rocafuerte, donde se graduó de bachiller en 1931. En la Facultad de Jurisprudencia del Alma Máter porteña recibió la investidura de abogado y doctor en 1943. Durante esa etapa fue presidente de la Escuela de Derecho, director de la revista de la Facultad y delegado al Consejo Universitario.

Enseñó en el Vicente Rocafuerte -donde ejerció el vicerrectorado- y en la Facultad de Jurisprudencia de la Universidad de Guayaquil, con el respeto y aplausos de colegas y discípulos. Desde joven militó en las filas del Partido Liberal Radical y constó varias veces entre los miembros de la junta suprema; además, ejerció la presidencia de la Junta Liberal del Guayas.

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Durante su labor pública actuó como concejal, diputado por la provincia del Guayas y presidente del Concejo de Guayaquil (1963). Perteneció a instituciones culturales y sociales, que reconocieron sus méritos; se desempeñó como miembro de la Junta Consultiva de Relaciones Exteriores, entre otros cargos. Fue fundador y benefactor del asilo de ancianos y mendigos, que lleva su nombre y que aún cumple noble labor.

A pesar de su agitada vida política, que le acarreó persecuciones y encarcelamientos, siempre mantuvo en alto sus convicciones y la ejemplar defensa de la autonomía de legendarias instituciones guayaquileñas. Recibió reconocimientos de gremios y entidades.

Murió en esta ciudad el 9 de septiembre de 1965. Estuvo casado con Maruja Aray Marín, con quien procreó respetable descendencia, constando entre sus hijos Norma Plaza de García, abogada y defensora de la integridad territorial nacional.

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En su memoria el albergue de ancianos que él fundara, un busto, una avenida y planteles primarios y secundarios, ostentan su nombre, que es ejemplo de político honesto, líder luchador irreductible y ciudadano y patriota que buscó siempre el adelanto integral de su nación y la metrópoli natal.