La reunión prevista para conocer si las propuestas del Estado ecuatoriano son plasmadas o no en el proyecto de resolución final sobre el fortalecimiento al Sistema Interamericano de Derechos Humanos (SIDH) que deberá ser debatido y aprobado este viernes en Washington, en la Asamblea Extraordinaria de la Organización de Estados Americanos (OEA) fue suspendida.

Dos catedráticos ecuatorianos que fueron funcionarios de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) opinaron que el Gobierno no obtendrá los resultados al nivel que espera porque sus propuestas son “muy radicales” y a eso se suma lo que consideran un mal manejo diplomático que no ha sabido captar respaldo.

Una comisión liderada por México debía ser la encargada de presentar un borrador de resolución a la Presidencia del Consejo Permanente de la OEA, a cargo de Nicaragua que es afín al régimen, y que el miércoles pasado puso a consideración un proyecto de resolución que generó el rechazo de la mayoría de países de la organización hemisférica.

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Las delegaciones en desacuerdo pidieron a México armar otro proyecto ya que el propuesto por el nicaragüense Denis Moncada, según los representantes diplomáticos, no incluía aspectos tratados en reuniones anteriores sobre los cuales ya habían alcanzado consensos y, en cambio, tomaba en cuenta cuatro de los ocho puntos de la Declaración de Guayaquil, que se adoptaron solo dos días antes y con la exclusión de los países que no se han adherido a la Convención Americana de Derechos Humanos (Pacto de San José).

Juan Pablo Albán, exoficial de litigio ante la Corte IDH, dijo que es sorprendente que esa Declaración conste en 48 horas en el proyecto resolutivo. Este experto considera que no hubo consenso: “Los gobiernos de la región no quieren la propuesta de Ecuador o de otro país que la empuje”.

Daniela Salazar, exfuncionaria de la Secretaría Ejecutiva de la Comisión, señaló en una entrevista a este diario la semana pasada que Ecuador a nivel de Consejo Permanente “ya no tiene eco” y de allí surgió su necesidad de hacer la reunión en Guayaquil.

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Para ella, la gira emprendida por el canciller Ricardo Patiño antes de la cita en esta ciudad, primero por Centroamérica y luego por el Cono Sur, no fue muy efectiva, aunque aclaró que no hay la suficiente información: “Los únicos comunicados son del canciller Patiño que dicen que ha encontrado acuerdos y apertura en todas las embajadas pero ya algunas le han desmentido ya sea con comunicados o a través de las posiciones públicas”.

Diario El Universal de México registró el 2 de marzo que tras la visita de Patiño al canciller José Antonio Meade, el Gobierno de Ecuador emitió un comunicado en el que afirma que ambos “coincidieron en que la CIDH requiere mejorar y transparentar su gestión, especialmente en la universalidad del sistema, actividades de promoción de los derechos humanos, la reorientación del informe anual de la CIDH y las relatorías”.

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Esa declaración, refirió el medio, contrasta con la de un alto funcionario de la Cancillería mexicana que expresó que las posturas de México y Ecuador “son esencialmente distintas”. “México considera que tiene que haber visiones más despolitizadas y se tiene que entender cuál es la función de este tipo de órganos... Nosotros respetamos las posiciones de otros, pero no tenemos enfoques ni ambiguos ni de debilitamiento en modo alguno de este tipo de órganos”, apuntó la fuente.

Tras la visita a los cancilleres de Chile, Argentina y Brasil, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Ecuador emitió otro comunicado en el que aseguraba que esos países “coinciden con Ecuador en planteamientos para fortalecer el SIDH”.

“Hemos encontrado algunos puntos de coincidencia entre ambos países y a través de estas reuniones directas se pueden profundizar los temas e ir avanzando en los consensos”, manifestó Patiño, tras la reunión con su homólogo chileno, Alfredo Moreno. Chile dijo en la OEA que la cita de Guayaquil fue informal.

“Todo lo que hemos venido planteando es para fortalecer al SIDH y en esto hemos tenido muchas coincidencias con Argentina, particularmente en la necesidad de que el Sistema tenga mayor financiamiento, establecer cuotas entre los estados de forma que las donaciones y aportes voluntarios sean solo de carácter marginal, y que los estados sean quienes decidan cómo se distribuye el dinero de la CIDH…”, puntualizó Patiño tras el encuentro con su homólogo argentino, Héctor Timerman. Luego de esa visita, Argentina hizo el anuncio de que “elevará su aporte anual a la CIDH a $ 400.000” y que de ese modo busca la estabilidad del organismo para que este sea “el que pueda definir sin condicionamientos la asignación de sus recursos de la manera que sea más eficaz...”.

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Con el canciller de Brasil, Antonio Patriota, Patiño “coincidió en reformas relacionadas al procedimiento, enfoques de fondo, informes anuales y de todos los temas referentes a las ocho relatorías especiales de la Comisión”, informó Relaciones Exteriores de Ecuador. Sin embargo, el diario O Estado de Sao Paulo publicó que el canciller ecuatoriano “se fue de Brasilia sin promesa de apoyo” y que ese país “no quiere ver debilitada a la CIDH” en su facultad de dictar medidas cautelares.

Patiño reconoció tras la cita de Guayaquil que faltó el respaldo de países del Cono Sur para incluir el tema de las medidas cautelares.

Albán dijo que lo que pasó el lunes anterior en Guayaquil es una demostración de que el esfuerzo emprendido por Ecuador “no está enrumbado hacia al éxito” y criticó que el manejo ha sido más político que diplomático. “No han tenido el tino diplomático de ser inclusivos, el desaire a Paraguay, por ejemplo, que siendo parte de la Convención no le acreditaron para estar presente en la reunión de Guayaquil, pero en cambio, a un estado que ya no es parte de la Convención, como es Venezuela, le dieron un rol protagónico. No saben manejarse, no entienden cómo funcionan las relaciones diplomáticas. Por eso el miércoles en la OEA la delegación de Ecuador fue objeto de muchas críticas”.

Ese día tuvo que intervenir por varias ocasiones el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, quien comentó que un día antes recibió la llamada de Patiño abogando por los puntos de la Declaración de Guayaquil. Pero Insulza se mostró contrario en aspectos como cambiar la sede de la CIDH o que sus comisionados solo sean de países miembros del Pacto de San José.

Ecuador no tendrá el impacto que esperaba, recalcó Albán, en vista de que el Consejo Permanente le encarga a México, que es uno de los países que sí está respaldando el trabajo de la CIDH, la elaboración de la resolución que se va a proponer en la Asamblea General de la OEA.

Pero no todo está perdido de la pretensión ecuatoriana, consideró Salazar. “Tendremos que ver qué va a pasar con los votos de los países angloparlantes, por ejemplo el Caricom que por lo general vota en bloque y son muchos, y su mayoría está de acuerdo con la propuesta de reformas de Ecuador”.

Albán, en cambio, ve difícil que Ecuador consiga los 14 votos del bloque caribeño pues observa que hay resentimientos de varios integrantes por la exclusión de Guayaquil y que ya lo expresaron en la OEA. Para que cualquier reforma al sistema sea aprobado, explicó, se necesitan en la OEA los votos de la mitad más uno de sus miembros activos, es decir 18 de 34. “Cuba no vota porque a pesar de que fue rehabilitado en el 2008 no quiere participar”.

Propuestas

Grupo de trabajo

En el 2011 el grupo de trabajo creado por el Consejo Permanente de la OEA entregó las recomendaciones para fortalecer el sistema. Ecuador participó de este e introdujo sus propuestas dirigidas a la CIDH que fueron consideradas polémicas por organizaciones de la sociedad civil. Así con el respaldo de países como Venezuela, Bolivia y Nicaragua, planteó que sea la Corte Interamericana de Derechos Humanos y no la Comisión la que dicte medidas cautelares a favor de ciudadanos que sientan violados sus derechos por parte de los estados. Y exige mayor rigurosidad en los requisitos para admitir ese tipo de peticiones.

CIDH

La CIDH contestó a cada una de las 53 recomendaciones con su propio proyecto de reformas, que fue presentado hace una semana y obtuvo el respaldo de México, Brasil, Canadá, Estados Unidos, entre otros países. Respecto al fortalecimiento económico señaló: “La única forma de atender la recomendación formulada por el grupo de trabajo y, al mismo tiempo, cumplir la exigencia de varios estados y de la sociedad civil de no debilitar oficina alguna, sería buscar nuevos fondos que permitan equiparar ‘para arriba’, atendiendo a las necesidades reales de cada unidad”.

Último borrador

El miércoles pasado, la presidencia del Consejo Permanente, a cargo de Nicaragua, propuso un borrador de resolución que pedía acoger las sugerencias del grupo de trabajo, así como las respuestas que dio la CIDH, pero incluyó cuatro de los ocho puntos de la Declaración de Guayaquil: Encomendar a la Comisión fortalecer la promoción de derechos mediante el apoyo a sistemas nacionales; proponer que todas las relatorías sean consideradas especiales; solicitar al secretario general que presente un análisis de los costos de los órganos del sistema y pedir a los estados asumir plenamente su financiamiento.