EFE
MADRID.- El suizo Roger Federer venció este viernes a David Ferrer por 6-4 y 6-4, dejó al torneo sin españoles y no faltará a la cita de las semifinales del Masters 1.000 de Madrid, que siempre, como mínimo, ha alcanzado en las ocho últimas ediciones.

En una jornada que contempló la eliminación del vigente vencedor, el serbio Novak Djokovic, y que el ayer perdió al gran reclamo del torneo, el español Rafael Nadal, el suizo se mantuvo sobre la pista al margen de los vaivenes que ha generado la tierra azul para evidenciar su condición de favorito.

El campeón en las ediciones de 2009 y 2006 volvió a distanciarse de Ferrer, al que siempre ha superado. Con ésta, son trece las victorias del helvético sobre el español, condenado a la derrota por su incapacidad para romper el saque del suizo. Ni siquiera se aproximó a ello. Federer no le dio opción.

Publicidad

Federer, que este año ya viaja con los títulos del Masters 1.000 de Indian Wells, Dubai y Rotterdam, solo necesitó un break en cada manga para dilapidar las opciones de su rival, que se agotaron en una hora y 21 minutos. Cerró el choque con un saque directo. El séptimo que sumó a lo largo del partido.

El suizo, que aspira a destronar del número dos del mundo a Nadal, lo que logrará si conquista el torneo en la Caja Mágica, se enfrentará en semifinales con el serbio Janko Tipsarevic, verdugo del primer jugador del circuito, su compatriota Djokovic, por 7-6 (2) y 6-3.

Djokovic mostró sus dos caras
La derrota del serbio Novak Djokovic en cuartos contra su compatriota Janko Tipsarevic, dejó a la vista las dos caras del actual número uno del mundo, por una parte la de felicidad por abandonar Madrid, un torneo al que no volverá si no cambian las pistas, y la de su ira por sentirse engañado como el resto de los jugadores por el anterior presidente de la Asociación de Tenis Profesional (ATP), Adam Helfant.

Djokovic, que perdió ante su compatriota Tipsarevic, por 7-6 (2) y 6-3, y encajó la cuarta derrota del año, salió de Madrid con una escasa renta de 180 puntos esta semana ganados después de perder los 1.000 que la defensa le obligaba como campeón el año pasado en la Caja Mágica, cuando acabó eufórico bañándose en la ría después de su triunfo ante el español Nadal.

Publicidad

De nuevo el campeón vuelve a encontrarse con la maldición del torneo. Ninguno de los vencedores en Madrid ha sido capaz, en los once años de historia de la competición, de revalidar el título al año siguiente de su defensa.

Ahora Djokovic quiere olvidar Madrid cuanto antes y centrarse en Roma, a partir del lunes, donde también ganó el pasado año y también a Nadal en la final, pero ya con la tradicional arcilla como superficie.

Publicidad

Será, como él expresó, "en tierra de verdad", y prometiendo que no regresará a Madrid si no cambian las pistas, advirtiendo que los organizadores pueden hacer lo que quieran, en cuanto a futuras innovaciones, y afirmando que los que han perdido esta semana "son los jugadores".

Tampoco se mordió la lengua al apuntar al culpable de todo este polémico cambio. La persona que permitió, según él, que el torneo cambiase a azul. "Las cosas se hicieron por detrás y con la puerta cerrada", dijo al referirse a cómo se tomó la decisión final. "Él se estaba marchando y tomó la decisión. No creía en el tenis ni en los jugadores", dijo Djokovic en alusión al anterior presidente de la ATP.

Helfant, que hoy estuvo en Madrid en un homenaje que el torneo hizo a los cuatro presidentes de la ATP, "solo pensó en su propio interés y en sus cosas. Si la ATP quiere protegernos y apoyarnos ahora no habrá forma de que Madrid mantenga la pista azul", subrayó el serbio.

Tipsarevic, que está de acuerdo con su compatriota, fue más técnico. "En esta superficie no se puede defender, es muy difícil hacerlo, y Nadal y Djokovic son los mejores defensores", dijo hoy el verdugo del número uno del mundo, tras alcanzar el mejor resultado en un torneo de esta categoría.

Publicidad

Federer, si gana en Madrid de nuevo, arrebataría el segundo puesto del ranking mundial el lunes a Rafael Nadal, y David Ferrer.

Mientras, el argentino Juan Martín del Potro continúa sin inmutarse ganando partidos y sumando victorias (10 seguidas en tierra) que afinan su puesta a punto para Roland Garros y confirman su confianza.