Deportivo Quito salta hoy a la cancha del estadio Nacional de Santiago en busca de defender la ventaja del 4-1 conseguida en el juego de ida ante Universidad de Chile y la consecuente clasificación a cuartos de final de Copa Libertadores, algo inédito en el historial de los chullas.

En el equipo de Carlos Ischia hay confianza por el desempeño azulgrana en condición de visitante en este torneo, en el que pese a sumar dos derrotas, el funcionamiento defensivo ha evidenciado solvencia al momento de resguardar el arco azulgrana.

“Esperamos no recibir goles y manejar el partido para cerrar la clasificación, tenemos como antecedentes los juegos de visita, que aunque perdidos fueron con poco margen (2-0 con Defensor Sporting y 1-0 con Vélez), pero sabemos que cada partido es diferente, aunque trataremos de repetir lo practicado, ser ordenados, no dar espacios y ser agresivos en la marca con lo que podremos mantener la ventaja”, expresó el volante Luis Saritama.

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Para el capitán de los chullas, la ventaja en el marcador da tranquilidad, pero expone que los primeros minutos del juego serán decisivos para planificar el desarrollo del duelo porque reconoce en el cuadro chileno “un equipo técnico que en su estadio se hace muy fuerte, por eso debemos estar aplicados en todas las líneas y hacer sentir al rival que no será fácil marcarnos un gol”, agregó.

Saritama habló de la confianza del plantel y el objetivo latente por avanzar en la Libertadores, pero también del trabajo a cumplir por sus compañeros. “Tengo la confianza de que podemos lograr la clasificación, pero debemos hacer un gran esfuerzo y un gran partido. Pensando en positivo podemos conseguir la clasificación en Santiago”, concluyó Sari.

Azules con bajas
Mientras, la U. de Chile tiene bajas de consideración. Por suspensión, Osvaldo González quedó fuera de la nómina, al volante se sumó el zaguero Igor Lichnovsky por desgarro en el aductor izquierdo y se espera la recuperación del delantero Junior Fernandes.

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En el club chileno se instaló la incertidumbre por el malestar del DT Jorge Sampaoli, quien pese a tener dos años de contrato pidió a la dirigencia no desarmar el plantel para continuar su gestión, si no aceptaría ofertas de Argentina.