Cada inicio de temporada del béisbol de las Grandes Ligas tiene sorpresas gratas y de las otras...

Entre las actuaciones agradables está el inicio espectacular de los Dodgers de Los Ángeles, que en el primer mes de competencia llegó a liderar su división. Resultó el mejor equipo de la liga nacional y segundo entre todos los 30 clubes de las mayores. Fue el mejor comienzo desde 1981, año en el que ganaron la Serie Mundial.

Es que la temporada anterior fue un cúmulo de dificultades, entre ellas las económicas que se reflejaron en el campo de juego, producto de una tumultuosa conducción de su Frank McCourt que despilfarró grandes recursos en lujos y extravagancias y piramidación.

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En junio pasado se quedaron sin flujo de dinero, por lo que se declaró en bancarrota como una estrategia al no tener fondos para pagar la nómina, aparte de una millonaria demanda de divorcio por lo cual deberá pagar $ 131 millones.

Para apagar estos incendios económicos intentó firmar un nuevo contrato por los derechos de transmisión de televisión con Fox Sports, que no fue autorizado por la MLB y lo obligó a vender el club que finalmente fue negociado por dos mil millones de dólares a un grupo de inversionistas encabezado por el exbasquebolista Magic Johnson.

Este valor cubre la venta del equipo, las instalaciones del estadio y las 101 hectáreas del estacionamiento circundante al escenario, valor solo comparable a lo que hoy podrían costar los Yankees.

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Fue muy triste ver a los famosos y linajudos Dodgers en tal mala campaña pasada. Los “estibadores”, como también se los conoce, siempre fueron un equipo con directivos y ejecutivos muy serios y formales. Su última gran conductora fue la familia O’Malley.

Recordemos que los Dodgers jugaban en Brooklyn, NY, y siempre hicieron buenas y estupendas campañas. Fue la organización que tuvo la visión y el coraje de romper las barreras raciales cuando hicieron jugar al Jackie Robinson.

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Cuando decidieron dejar la gran ciudad y se marcharon para el oeste fue un duro golpe a sus fanáticos rivales de los Yankees, que debieron resignarse y refugiarse con los Mets solo por no seguir o llevar la contra a los Mulos.

En lo estrictamente técnico, el actual equipo de los Dodgers se fundamenta en el rendimiento del lanzador Clayton Kershaw que el año pasado con todas las dificultades logró 25 triunfos y 5 derrotas y fue declarado ganador del trofeo Cy Young, que se otorga al mejor lanzador de cada liga.

En la parte ofensiva, destaca la actuación de Matt Kemp, quien este año es el líder en jonrones de la liga nacional con 12 cuadrangulares y tercero entre los mejores bateadores en promedio con .388; también cuentan con el aporte ofensivo de André Ethier, líder en carreras impulsadas con 28, y del cerrador Javi Guerra, con 8 juegos salvados.

¿Esta recuperación de los Dodgers es ficción o realidad? Mejor esperemos que la temporada avance y en octubre revisemos si están o no en la postemporada, a la que todos los equipos quieren llegar.

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