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MADRID.- Aunque pueda echar la culpa a la mala suerte o al cansancio, el fracaso del Real Madrid ante el Bayern de Munich el miércoles, fue la prudencia de José Mourinho la que costó posiblemente al equipo blanco un puesto en la final de la Liga de Campeones del próximo mes.

Fueron eliminados en semifinales por segunda temporada consecutiva al no poder mantener una ventaja de 2-0 en el encuentro de ayer, frenando sus instintos de ataque cada vez más y más a medida que avanzaba el juego para finalmente sucumbir ante el brillo del portero del Bayern Manuel Neuer en una tensa tanda de penales.

"El partido pasó por muchas fases diferentes tras nuestro segundo gol. No podemos atacar todo el tiempo", dijo a los periodista Sergio Ramos, quien perdió su penal al lanzarlo sobre el travesaño.

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Todo fue según lo previsto en los primeros 15 minutos, cuando el Madrid se adelantó en el partido de vuelta en su estadio Santiago Bernabéu -donde han marcado 22 goles en las cinco citas previas de Liga de Campeones esta temporada- gracias a un doblete de Cristiano Ronaldo.

Sin embargo, después de que Bayern descontó a través de un tiro penal ejecutado por Arjen Robben a los 27 minutos para dejar el marcador agregado en 3-3, el Real pareció levantar el pie del acelerador y los alemanes pasaron a controlar el partido y la posesión del balón de una manera inusualmente vista en el terreno de juego.

Bastian Schweinsteiger, otro héroe de la noche después de anotar el penal que clasificó al Bayern, dirigió con experiencia el centro del campo y fue hábilmente respaldado por Luis Gustavo y Toni Kroos.

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La pareja centrodefensiva del Real formada por Xabi Alonso y Sami Khedira intentó a intentó, pero no fueron capaces de ejercer el control que les habría permitido poner el balón más a menudo ante el letal Ronaldo, Karim Benzema y Ángel Di María.

Mourinho sacó a Kaká por Di María cuando faltaban 15 minutos para el final oficial, pero su siguiente cambio en la mitad del tiempo de prórroga fue quitar a Mesut Özil, que creó el segundo gol de Ronaldo y tiene el récord de asistencia en el Real esta temporada, para sustituirlo por el mediocampista defensivo Esteban Granero.

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El delantero argentino Gonzalo Higuaín había salido minutos antes en un cambio directo con Benzema, pero para entonces la sensación era que el barco había zarpado y que el Real había perdido la oportunidad de controlar el partido.

"Tuvimos grandes problemas en los primeros 15 minutos y después jugamos un fútbol excelente durante largos periodos", dijo a los periodistas el entrenador del Bayern, Jupp Heynckes, quien llevó al Madrid a ganar el título de la Liga de Campeones en 1998.

Mourinho, cuyo fracaso de no alcanzar la final será un amargo revés tras la eliminación de sus máximos rivales del Barcelona el martes a manos del Chelsea, sugirió que el calendario apretado había ayudado a la situación del Real.

El Real y el Barça se midieron en el Clásico de la Liga el sábado con un triunfo merengue por 2-1 en el estadio Camp Nou que dejó al equipo de Mourinho con una ventaja de siete puntos cuando quedan cuatro partidos para el final del campeonato y a un paso de lograr su primer título de Liga en cuatro años.

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"La final la disputarán el quinto inglés (el Chelsea realmente es sexto) y el segundo alemán, que jugaron con sus segundos equipos, mientras que el Barcelona y el Real Madrid jugaron el partido más importante de la temporada el sábado", dijo Mourinho en rueda de prensa.

"Cuando dije que había que cambiar el calendario en Italia y se hizo, me sentí feliz", añadió el ex entrenador del Inter de Milán, que intentaba convertirse en el primer técnico en ganar la Liga de Campeones con tres clubes diferentes.

Mourinho necesita ahora reunir sus fuerzas para el partido de Liga en casa ante el Sevilla, mientras que el Barcelona enfrentará al Rayo Vallecano el domingo.