El Green Monster o ‘Monstruo verde’ del estadio Fenway Park del equipo Medias Rojas, de Boston, del béisbol de las Grandes Ligas es uno de los sitios más famosos y emblemáticos de los escenarios dedicados al deporte.

El ‘Monstruo Verde’ es la pared interior del jardín izquierdo del estadio bostoniano que tiene 11,32 metros de alto y 72 metros de ancho, pintada de color verde, que convirtió una falta de espacio para la construcción del estadio en motivo de admiración, pues guarda muchas hazañas, múltiples anécdotas y humillantes derrotas.

Cuando se construyó este estadio para los Medias Rojas en el sector denominado Fenway, se toparon con la dificultad de que por el bosque izquierdo pasaba una calle que no permitía dejar la distancia suficiente para el juego, que lo resolvieron elevando la pared.

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Fue inaugurado el 20 de abril de 1912 a solo cinco días del desastre del Titanic, lo que privó las primeras planas de los diarios, pues todo el mundo estaba más interesado en conocer detalles del hundimiento.

El año de su apertura fue un acontecimiento muy importante que remató con el triunfo en la Serie Mundial. Pero este inicio exitoso fue cambiando poco a poco y que, en 1919, la situación se agravó cuando los dueños del equipo decidieron vender a Babe Ruth y dio inicio a lo que se denominó la “maldición del Bambino”, quien enterado que había sido trasladado a los Yankees expresó su desacuerdo y sentenció que nunca más el Boston ganaría una serie mundial, lo que así ocurrió durante 86 años.

Fueron muchas las ocasiones en la que los triunfos y los títulos se les escaparon de la mano de manera increíble, y puso a pensar a los dueños, que empezaron a creer estas supersticiones a lo que luego se le agregó el detalle del “Monstruo Verde”.

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En 1933 los nuevos propietarios remodelaron el Fenway Park pero la pared quedó igualita. No tiene los adelantos técnicos de la época moderna, ni lujos ni comodidades, pero ha sido testigo de tardes memorables, días tristes y también para el olvido.

Los fanáticos fueron madurando la idea que el estadio estaba poco funcional y querían uno nuevo, pero otros fieles seguidores hicieron todo para evitar la idea de derrumbarlo para construir otro.

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En este escenario se han desarrollado tres Juegos de Estrellas y nueve series mundiales, una de estas sirvió para que los Bravos, que no tenían estadio, jueguen su Clásico de octubre allí.

Al cumplir los cien años se volvieron a enfrentar los Yankees, que en aquella época se llamaban Highlanders, y los Medias Rojas a la misma hora y con los mismos diseños de uniformes de aquella vez.

El ‘Monstruo Verde’ es como un gigante en acecho, un verdadero tormento para los lanzadores y para los jardineros izquierdos de los equipos visitantes, porque algunos no conocen cómo manejar el rebote de la pelota bateada cuando golpea la pared.

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