AFP
RÍO DE JANEIRO, Brasil.- El mítico estadio Maracaná de Río de Janeiro, sede de la final del Mundial Brasil 2014, fue alcanzado por un escándalo de corrupción cuando una de las tres empresas responsables por su remodelación, abandonó las obras para encarar una investigación policial.

Se trata de Delta Construcciones, investigada por la Policía Federal y el Congreso por financiar supuestamente un sonado esquema de corrupción de un 'bicheiro' (jefe de red de juego clandestino), que involucra además a un senador, y que despertó gran revuelo político en el país.

La empresa respondía por el 30% del Consorcio Maracaná Río 2014, que también integran las gigantes Odebrecht (49%) y Andrade Gutiérrez (21%).

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El templo del fútbol brasileño, famoso por el 'Maracanazo' que dio Uruguay al vencer a Brasil en la final del Mundial de 1950, está siendo remodelado por unos 460 millones de dólares, al cambio actual.

Del total, el consorcio recibió 172 millones de dólares y el resto es financiado por las constructoras, que tienen que contribuir con 24,1 millones de dólares cada mes.

Según el diario Folha de Sao Paulo, Delta dejó de pagar en los últimos días 3,76 millones de dólares para pagar proveedores, por lo que sus socias decidieron impulsar su salida, efectiva a partir del 1 de mayo.

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"No hemos recibido una comunicación oficial, pero parece que sí. También escuchamos eso. En teoría, las constructoras que forman el consorcio deben asumir el lugar de Delta", dijo Regis Fitchner, jefe de gabinete del gobierno del estado de Río de Janeiro, citado por el diario O Globo.

El consorcio y el gobierno garantizaron la conclusión de las obras del estadio dentro del plazo previsto, el 28 de febrero de 2013, a tiempo para recibir la Copa de las Confederaciones.

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La profunda remodelación del estadio -que comenzó en septiembre de 2010- va en un 50% con 5.200 obreros trabajando, informó Maracaná Río por estos días.

El templo del fútbol recibirá siete partidos de la Confederaciones y cuatro de la fase de grupos del Mundial, además de la final en ambos torneos.

Brasil está en una carrera contrarreloj para entregar a tiempo los estadios de las doce sedes y culminar las gigantescas obras de infraestructura necesarias para el evento, que hasta ahora presentan importantes atrasos.

Delta Construcciones ya abandonó en 2007 la construcción de la primera fase del estadio de Engenhao, levantado para los Panamericanos de Río, alegando que no tenía la teconología para acabar el trabajo.

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La Contraloría General de la Unión iniciará el próximo lunes un proceso para prohibir que Delta sea contratada por el Estado, en el marco de estas denuncias de financiamiento de la red de corrupción del 'bicheiro' Carlinhos Cachoeira y al pago de sobornos a funcionarios del Departamento Nacional de Infraestructura y Transportes en Ceará.