Camisetas azules y amarillas, bombos, banderas y hasta disfraces fueron los elementos infaltables en la forma en que los hinchas de Emelec y Barcelona animaron a sus equipos horas previas al Clásico del Astillero.

La hinchada de Emelec se congregó desde las 16:00 en el parque de la Kennedy. Más  de 1.000 hinchas del equipo azul se dirigieron  hacia el estadio Monumental.

Fiesta azul hacia el estadio
La caminata fue una verdadera fiesta. La calurosa tarde no fue un impedimento para que los hinchas "eléctricos" aplaudan y canten desde su partida, a las 17:00, del parque de la Kennedy hasta su llegada al escenario deportivo.

Con custodia de la Policía, la multitud azul recorría vías como del Periodista y 9 de Octubre, mientras coreaba con euforía "Ole, ole, (silbído, silbído), ole,
ola (silbido, silbido)... Vamos Emelec... la vuelta al estadio vamos a
dar".

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Giancarlo Arellano, de 15 años, no se olvidó de llevar su gorra y gafas azul eléctricas. Él llevaba puesta la camiseta desde hace un día, como cábala para que gane el equipo.

Un pastel comprado en una de las carretillas de la caravana calmaba su apetito previo a disfrutar de la noche del fútbol.

"Amor por los colores y no por los jugadores", "Hoy gana Emelec", "Caminar con todos los hinchas hasta el Estadio siempre es mi cábala", "No me baño una semana para la buena suerte", fueron algunas de las frases que se escuchaban entre los fanáticos convencidos de un triunfo en el Monumental.

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Expectativa fuera del Monumental
Mientras tanto, en el estadio Monumental, un integrante de la Sur Oscura, preguntaba de manera desafiante, pero en broma: "¿Por dónde va la hinchada de Emelec?".

Él, como miles de fanáticos canarios más, esperaba con ansias el inicio del partido, aunque para algunos fue bueno que la previa se viviera con calma.

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Shirley Lara, de 23 años, estaba emocionada por asistir por primera vez al estadio, y lo que más le gustó es que "todo esté tranquilo y controlado".

Las afueras del estadio Monumental estaban abarrotadas de vendedores de camisetas, gorros y banderas, así como varios puestos de comida y algunos parlantes con los cánticos del equipo torero.

Cuatro chicos, de entre 20 y 30 años, vinieron desde Milagro para apoyar al Ídolo del Astillero. "Hoy se acaba la racha de Emelec, hoy vamos a meterle mil goles", dijo Omar Correa junto a su hermano Álvaro. Otro de ellos afirmó que disfrazarse con unos cachos, vestir la bandera de Barcelona como falda e ir sin camiseta eran parte de su cábala.

Carlos Napa fue a celebrar su cumpleaños número 27. "Hoy día he venido a celebrar mi cumpleaños y por eso va a ganar Barcelona", dijo este hincha mientras cargaba a su hijito Eduardo de 2 años, quien vestía completamente de amarillo.

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"Azul" o "amarillo", la emoción es la misma. Los cánticos y las palabras de aliento no cesaron para sus equipos en la previa del primer Clásico del Astillero del año, un evento siempre esperado no solo en Guayaquil sino en el Ecuador.