AFP
ROMA.- El centrocampista del Livorno, Piermario Morosini, murió este sábado tras sufrir un ataque cardíaco durante un partido de la Serie B italiana que su equipo jugaba en Pescara, anunció el cardiólogo Edoardo De Blasio, del hospital Santo Spirito de la ciudad.

El jugador de 25 años, que estaba cedido por el Udinese, de la Serie A, al Livorno, de segunda división, se desplomó de forma repentina sobre el césped, lo que obligó a suspender el partido.

Tras la confirmación del fallecimiento, los partidos de todas las divisiones fueron suspendidos, anunció la Federación Italiana de Fútbol (FIGC) por medio de su director ejecutivo, Antonello Valentini.

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Los encuentros de la Serie A se recuperarán el 25 de abril, día festivo en Italia, bien jugando allí la 33ª jornada, la que fue aplazada este fin de semana, o bien pasándola al fin de semana del 21 y 22 de abril, y desplazando entonces la 34ª jornada al 25 de este mes.

El jugador fue atendido en el césped antes de ser trasladado en ambulancia a un hospital de Pescara.

Morosini, que fue internacional con la selección sub-21 italiana, estuvo consciente cuando fue subido a la ambulancia pero su condición se agravó cuando llegó al centro médico.

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"Me miró a los ojos cuando entró al vehículo", afirmó el administrador delegado del Pescara, Danilo Iannascoli. "Morosini cayó, trató de levantarse pero volvió a caer. Nuestro masajista se dio cuenta de lo que estaba pasando", añadió el directivo.

Iannascoli también indicó que la ambulancia se vio bloqueada al tratar de llegar al césped debido a un vehículo que estaba aparcado frente a una salida.

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"Me di cuenta pronto de que se trataba de una situación seria", explicó el masajista del Pescara, Claudio D'Arcangelo, que ayudó a Morosini.

La federación suspendió todos los partidos que restaban por jugarse, empezando por el duelo de Serie A entre Milan y Génova, que debía haber comenzado a las 18h00 locales (16h00GMT).

Los aficionados, que ya se encontraban en las gradas del estadio de San Siro, respondieron con un largo aplauso, secundado por la gran mayoría de los presentes.

El guardameta del Pescara, Luca Anania, explicó que los acontecimientos se sucedieron de forma rápida.

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Los medios de comunicación italianos afirmaron que el vehículo que bloqueaba la entrada era uno de policía, aunque un especialista del corazón señaló que el retraso no incidió en la muerte del jugador.

"Un minuto más o menos en la ambulancia no habría significado nada", señaló el cardiólogo Leonardo Paloscia, que se encontraba en las gradas. "Su corazón se había parado y no volvió a latir de nuevo. Tratamos de reanimarlo durante una hora y media sin éxito", añadió el doctor.