Querían verlos, celebrar con sus héroes, agradecerles. Para eso acudieron masivamente al aeropuerto José Joaquín de Olmedo. Eran alrededor de 800 orgullosos aficionados eléctricos que transformaron la zona de llegada nacional (por la breve escala en Quito) de la terminal en un estadio.

Sin embargo, no fue completa la fiesta por la épica clasificación de Emelec a octavos de final de la Copa Libertadores, tras su histórico triunfo 2-3 sobre Olimpia, la noche del jueves en Asunción, en el estadio Defensores del Chaco.

“Por seguridad, las autoridades del aeropuerto nos han pedido que el equipo salga por otra puerta”, justificó Luis Idrovo, coordinador azul, quien escuchó los reclamos de varios hinchas que exigían la presencia de los futbolistas.

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Pero a pesar de la ausencia de los jugadores y del técnico Marcelo Fleitas, los seguidores millonarios, con banderas y pancartas, hicieron retumbar el aeropuerto con sus cánticos: “¡A Emelec yo lo llevo en el corazón!, ¡ a Emelec yo lo llevo en el corazón...!”, y con los sonidos de sus tambores.

La delegación emelecista consiguió salir sin ser vista.

“Quiero que la gente sepa que lo sucedido en el aeropuerto (salida por otro sector) no fue cuestión de nosotros. Siempre tenemos la mejor disposición con los hinchas y con la prensa”, expresó el volante Pedro Quiñónez en la concentración de Los Samanes, adonde acudió una parte del plantel para recoger cosas personales.

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Al referirse a la hazaña en Paraguay, el capitán de Emelec indicó: “Estamos contentos y conscientes de lo que logramos, pero ya no hay tiempo para festejar. Ahora pensamos en el Clásico (del Astillero, el miércoles, en el Monumental)”.

“Disfrutamos mucho, la gente también, pero hay que poner los pies sobre la tierra. Ahora, a enfrentar a un rival difícil: Barcelona”, agregó Quiñónez.

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Los millonarios avanzaron como segundos del grupo 2, con 9 puntos; primero fue Lanús (10). Flamengo (8) y Olimpia (7) quedaron eliminados.