AP-EFE
MIAMI, EE.UU..- Los Marlines de Miami anunciaron ayer la suspensión de su mánager Oswaldo Ozzie Guillén por cinco partidos tras el escándalo desatado después de que el venezolano dijo en una revista que admira a Fidel Castro.

Guillén, por su parte, dijo que se siente "arrepentido" y "avergonzado", y se disculpó por haber "herido sustancialmente" no solo a la comunidad cubana de Miami sino también a la latinoamericana.

"Amo a Fidel Castro", declaró Guillén a la revista Time. "Yo respeto a Fidel Castro. ¿Sabes por qué? Mucha gente ha tratado de matarlo durante los últimos 60 años, pero ese hijo de... todavía está ahí", comentó.

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"Siento que sí he traicionado a un pueblo latino. Estoy aquí para pedir disculpas con el corazón en la mano", expresó Guillén en una rueda de prensa después que los Marlines anunciaron su castigo.

'Mala traducción'
"Fue un error personal por las cosas que yo tenía en mi mente", dijo Ozzie en un intento por explicar sus declaraciones sobre Castro. "Lo que quería decir en español lo dije mal en inglés", indicó el llanero en busca de calmar el escándalo provocado en la comunidad de exiliados anticastristas de Miami, la más numerosa del mundo.

"Los Marlines reconocen la seriedad de las declaraciones atribuidas a Guillén. El dolor y el sufrimiento causados por Fidel Castro no pueden ser minimizados, especialmente en una comunidad llena de víctimas de la dictadura", indicó el comunicado de un párrafo.

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Mientras, cientos de cubanos radicados en Miami pidieron la renuncia de Guillén, por considerar que sus palabras de elogio a Castro son una "ofensa" para los exiliados en esta ciudad.

Carlos Giménez, alcalde del condado de Miami-Dade, condenó la opinión del único entrenador extranjero en ganar una Serie Mundial (en el 2005, con los Cachorros de Chicago). El comisionado de Miami, Joe Martínez, pidió "la renuncia del manejador de los Marlines, Ozzie Guillén, quien debería sentirse avergonzado".