EFE
MOSCÚ.- El supuesto lanzamiento de otro plátano a la cancha durante un partido de la Liga rusa ha desatado un nuevo escándalo de racismo en el fútbol de ese país, en víspera de la presentación oficial de los planes del comité organizador de la Copa Mundial 2018.

"No vi nada. Cerca del campo estaba el delegado del equipo y él tampoco vio nada. Si ocurrió algo, fue una acción furtiva. Esto parece una provocación", afirmó Olga Smoródskaya, presidenta del Lokomotiv Moscú, según las agencias rusas.

Precisamente, el presunto lanzamiento del plátano tuvo lugar durante el partido disputado ayer entre el Lokomotiv del ecuatoriano Felipe Caicedo y el Anzhí de Majachkalá, cuyo jugador y actual asistente, el brasileño Roberto Carlos, ha sido víctima de dos incidentes similares.

Publicidad

La fruta cayó, al parecer, tras el pitido final cerca de donde se encontraba Christopher Samba, defensa congoleño del equipo caucásico dirigido por el holandés Guus Hiddink.

"Quiero llamar la atención de que las historias con los plátanos sólo ocurren con un solo club (el Anzhí). Miraremos detenidamente los vídeos. No tenemos prisa. Si se confirma, no encubriremos nada y castigaremos a los culpables", apuntó Smoródskaya.

La directiva insistió que el club "está en contra del racismo" y recordó que en la plantilla de su equipo "hay muchos jugadores negros y nunca ha ocurrido algo parecido".

Publicidad

La Unión de Fútbol de Rusia (UFR) anunció la creación de un grupo de trabajo para investigar el caso, para lo que estudiarán todas las imágenes recogidas por las cámaras instaladas en el estadio del Lokomotiv.

"El incidente con Samba es escandaloso (...). No es la primera vez que ocurre", aseguró Serguéi Fursenko, presidente de la UFR.

Publicidad

Por su parte, Samba se mostró triste por lo ocurrido: "Intento no pensar en el racismo. Quiero pensar que esto no es un fenómeno muy extendido. Puede que esté equivocado, pero quiero creer que esto es así".

"Por regla general, esta clase de escándalos son obra de un solo idiota", apuntó.

El pasado viernes, Roberto Carlos perdonó al aficionado que en junio del pasado año le tiró también un plátano durante un partido de liga.