“Me pusieron un letrero en la espalda que decía: Soy prostituta y quiero que me den”, “Me colocaron dos alambres con electricidad en los testículos toda la noche para volver a ser hombre”, “Cuando ingresé a la clínica me dieron una paliza y me dejaron sin comer una semana. Así dijeron me arrepentiría de volver a drogarme”.