EFE
BUENOS AIRES.- La permanencia en el banco del Boca Juniors de Julio César Falcioni quedó ayer en duda a raíz del aparente altercado que tuvo el entrenador con el volante Juan Román Riquelme, tras el 0-0 en el debut en Copa Libertadores que el equipo argentino sacó el martes de la cancha del Zamora venezolano.

La crisis, de la que se hizo eco la prensa deportiva argentina, tiene de nuevo como protagonistas a Falcioni y Riquelme, cuya inestable relación ha sido definida como tensa por las críticas que el futbolista ha deslizado por la poca vistosidad que ofrece el equipo, que ganó el torneo Apertura 2011.

Falcioni evitó a la prensa. "No hablo", dijo a los periodistas que lo esperaban en Ezeiza.

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En forma simultánea, Riquelme aseguró en el aeropuerto argentino que no pasó "nada grave" con Falcioni tras el partido contra el Zamora.