AP
MANCHESTER, Inglaterra.- El uruguayo Luis Suárez y el francés Patrice Evra se sacaron chispas ayer en su primer encuentro desde la sanción al atacante del Liverpool por proferir insultos racistas contra el zaguero del Manchester United.

Suárez rehusó darle la mano a Evra en el tradicional saludo entre los planteles antes de su partido por la Liga Premier.

Ese gesto provocó una tensión palpable todo el duelo, que se extendió al túnel del estadio Old Trafford donde los equipos tuvieron que ser separados por la policía en el entretiempo.

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Con dos goles de Wayne Rooney, United se impuso 2-1 en el clásico inglés. Suárez descontó por Liverpool, pero el resultado pasará a ser anecdótico.

El charrúa fue suspendido ocho partidos por decirle "negro" a Evra en varias ocasiones cuando los equipos se toparon por primera vez esta temporada el 15 de octubre del 2011.

Ferguson había dicho que antes del partido que el saludo entre los planteles no sería un problema. Estaba equivocado.

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Cuando los equipos se saludaron en fila, el uruguayo retiró su mano al cruzarse con Evra, lo que enfureció al capitán del United. Evra intentó agarrar el brazo de Suárez, mientras el delantero de Liverpool continuaba su paso para saludar a David De Gea, el siguiente jugador en la fila del United, pero el uruguayo no se dio vuelta.

Evra levantó el brazo izquierdo en señal de enojo, y su compañero Rio Ferdinand rehusó darle la mano a Suárez.

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Al final, Evra festejó con aspavientos frente a Suárez, quien salió de la cancha cabizbajo. Martin Skrtel y Pepe Reina, del Liverpool, protestaron con el árbitro por lo que interpretaron como una provocación de Evra, y los miembros de la seguridad del estadio intervinieron por segunda ocasión.

Suárez fue abucheado cada vez que tocó el balón, lo mismo que le pasó a Evra hace dos semanas cuando United jugó en Liverpool por la FA Cup.