El balón del naciente campeonato nacional, que con el transcurso del tiempo se convirtió en el torneo de fútbol más importante de Ecuador, comenzó a rodar en Guayaquil el 10 de noviembre de 1957.

En el estadio Capwell se vivió el capítulo inicial con el duelo entre Emelec, “con su máquina de hacer goles”, y Aucas, “la defensa menos batida de Quito”, como indicaba la publicidad que aparecía en este Diario.

Hoy que los azules debutan en su casa en el certamen 2012, Carlos Alberto Flaco Raffo y Rómulo Cucho Gómez, dos estrellas eléctricas que protagonizaron el compromiso ante los auquistas hace 55 años, recuerdan ese encuentro histórico.

Publicidad

El juego empezó a las 18:30 y Matilde Espinoza, Señorita Fútbol 1957, dio el puntapié inicial. El ingreso a palco costaba 35 sucres; tribuna, 18; general, 6; tribuna y general de niños, 10 y 3 sucres, en ese orden.

“Quedamos 2-0, pero, yo me acuerdo de (José Vicente Loco) Balseca”, rescata de su memoria Raffo, quien próximo a cumplir 86 años sigue acariciando con la palma de su mano el escudo de Emelec en la camiseta que usó para ser entrevistado.

Al mítico artillero le cuesta rememorar detalles del primer partido, pero Gina, su hija, conoce la fórmula para despertarle los recuerdos de Raffo. Le muestra fotos antiguas y el goleador comienza a sonreír y repite “me acuerdo de Balseca”.

Publicidad

El hábil puntero hizo el segundo gol de Emelec; abrió la cuenta lel argentino Jorge Carusso, astro en una alineación donde brillaban Daniel Pinto, Cipriano Yu Lee, Raúl Argüello, Rómulo Gómez, Mariano Larraz, Jaime Ubilla, entre otros.

Gómez, de memoria y sin recurrir a archivos, repite la formación millonaria que inauguró en Guayaquil la disputa del campeonato nacional.

Publicidad

Así como Raffo recuerda básicamente al Loco Balseca, Gómez, de 73 años, guarda un afecto especial para el Flaco, y lo describe emocionado como “un goleador nato. Pelota que le caía encima era gol”.

“Cuando yo jugaba en 9 de Octubre, Raffo me hizo que Emelec me comprara. Él habló con Antonio Briz, quien era presidente de la Comisión de Fútbol de Emelec; Gabriel Roldós Garcés era el presidente del club. De eso sí me acuerdo, porque me lo dijo el mismo Raffo cuando yo ya estaba en Emelec”, cuenta Gómez.

“(Eduardo) Tano Spandre era nuestro entrenador... Éramos un equipo poderoso”, también recuerda Cucho, que destacaba tanto por su clase como por su corpulencia física.

Raffo también se acuerda de Briz, un directivo símbolo en la historia azul. “Sí..., Antonio Briz Sánchez; él único que me pagaba”, dice el Flaco porque asegura que antes los futbolistas no ganaban lo que se paga ahora en los clubes profesionales.

Publicidad

“Nos pagaban 800 sucres, que no era poco, pero lo redondeábamos con otros 800 sucres porque nos daban trabajo en la Empresa Eléctrica”, revela Gómez, quien ahora es agente afianzado de Aduana.

Pero en la actualidad, para Raffo y Gómez, el fútbol es solo parte de sus añoranzas. Ni siquiera, confiesan, acuden a los estadios. Ambos ven a su querido Emelec solo por televisión porque “ya no es lo mismo. Antes actuábamos por la camiseta y porque nos gustaba jugar. Ahora el futbolista recibe mucho dinero y no se preocupa por mejorar como persona”, dice Gómez, con tono firme.

Al final de ese certamen, en el que también participaron Barcelona y Deportivo Quito, Emelec dio la vuelta olímpica; fue el primer monarca en la historia del campeonato nacional.

Millonarios: Dos símbolos
Carlos Raffo
EXATACANTE DE EMELEC
“Emelec es el equipo que yo más quiero... Ahora quisiera que me ayude y también lo haga la Federación de Fútbol”.

Rómulo Gómez
EX VOLANTE ELÉCTRICO
“Yo siempre fui un ganador, por eso me desilusiona ver derrotas o empates”.