AFP
SAN ANTONIO, EE.UU..- Alentado en todo momento por su famoso padre al pie del cuadrilátero, el mexicano Julio César Chávez Jr. tuvo que sacar el extra para retener su faja de campeón peso mediano del Consejo Mundial de Boxeo (CMB), al vencer el sábado pasado a su compatriota Marco Antonio Veneno Rubio.

En pelea realizada en el Alamodome de San Antonio (Texas), ante 14.120 asistentes, Chávez mantuvo su invicto en 46 combates (un empate), y se llevó una votación unánime en 12 asaltos.

El juez Duane Ford votó 116-112, Glen Rick Crocker 118-110 y Jack Woodburn 115-113, todos por Chávez, hijo del legendario púgil mexicano del mismo nombre, quien estuvo en primera fila animando a su muchacho.

Publicidad

Esta fue la segunda defensa de una corona que conquistó en junio del 2011 en Los Ángeles, tras destronar al alemán Sebastian Zbik, que tuvo dificultades para dar el peso para esta pelea de campeonato.

"En el séptimo y octavo rounds mis piernas me cobraron la factura de lo que tuve que bajar para hacer el peso", dijo Chávez, poco después de su victoria y con el ojo derecho casi cerrado.

El Hijo de la Leyenda, como lo ha bautizado la prensa mexicana, dijo estar dispuesto a pelear en su próxima salida contra el argentino Sergio Martínez, el mexicano Antonio Margarito o el puertorriqueño Miguel Cotto.

Publicidad