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MELBOURNE, Australia.- El tenista serbio Novak Djokovic y el escocés Andy Murray protagonizaron una épica semifinal ayer en el Abierto de Australia, en la que cualquiera de los dos pudo ganar, aunque finalmente fue el número uno mundial el que se llevó el partido por 6-3, 3-6, 6-7(4), 6-1 y 7-5, tras 4 horas y 50 minutos, y se enfrentará mañana en la disputa por el título con el español Rafael Nadal.

El partido, que era una reedición de la final del pasado año, fue una oda al tenis, con puntos estratosféricos, una intensidad máxima, un desgaste físico y mental increíble, pero Murray acabó pagando caro el cuarto set que regaló al balcánico.

A pesar de verse cansado y adolorido del segundo set en adelante, Djokovic se impuso en una revancha de la final del 2011 y con ello alcanzó su tercera final consecutiva en un Grand Slam. El serbio derrochó casta y calidad para sobreponerse y apuntarse una antológica victoria.

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Tras desperdiciar una oportunidad para ganar el partido con su saque y ventaja de 5-3 en el quinto set, y permitir que Murray se metiese de lleno en la contienda, Djokovic, de 24 años, aprovechó su primer match point cuando el escocés falló una derecha.

"Andy se merece un reconocimiento por levantar un 2-5. Ambos luchamos", comentó Djokovic. "No hay muchas palabras para describir la sensación de este partido", acotó.

Será la 30ª ocasión en que Nadal (ganador del Abierto de Australia en 2009) y Djokovic (vencedor en Australia en el 2008 y 2011) se enfrenten, con un balance hasta ahora de 16 triunfos para el español y 13 para el serbio (que ha vencido en los 6 últimos duelos).