AGENCIAS
BARCELONA, España.- A pesar de su eliminación ante Barcelona en los cuartos de final de la Copa del Rey, Real Madrid (empató 2-2; global 4-3) quedó con un sabor dulce, por su buen juego y por haber encontrado la fórmula para plantar cara a su gran rival.

El partido del miércoles en el Camp Nou marcó un cambio de tendencia, tras dos duelos en el Santiago Bernabéu, en diciembre (en Liga) y en enero pasados (en Copa), donde su rival catalán ha sido muy superior y había humillado en casa a los hombres de José Mourinho.

Esta vez el DT portugués modificó su once con respecto al usado en la ida (cuando fue excesivamente conservador) y las diferencias fueron sustanciales, hasta el punto de poner al Barça contra las cuerdas, una situación que no parecía probable.

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En la liga, Madrid tiene 5 puntos de ventaja (49) sobre el Barcelona, su escolta.

Los periódicos coincidieron con la mejoría merengue, pero los de Barcelona enfatizaron que si bien el Madrid elevó su nivel, no le bastó.

"El Madrid jugó como nunca y cayó como siempre. Pero esta vez, con la cabeza bien alta. Fue, sin duda, su mejor partido ante el Barça de los últimos tres años, desde que Guardiola y sus muchachos se convirtieron en su eterna pesadilla", reseñó el rotativo catalán Sport.

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"El Madrid fue eliminado pero puede sentirse muy orgulloso. Se acordó de sus antepasados y jamás se dio por vencido. Respetó su camiseta con fútbol y coraje", afirmó Marca.

Para AS "el mejor Real Madrid de los últimos diez Clásicos perdió pero mereció ganar. Su partido fue tan grande que, a pesar de la eliminación en la Copa, rescata el orgullo del madridismo y le envía un mensaje de esperanza, pues confirma que la excelencia del Barcelona se combate con excelencia, no con fuego de morteros".