La idea la fraguaron  el legendario Washington Muñoz y Ángel Encalada, el hincha torero de Pollos a la brasa Barcelona. El Chanfle se la comunicó al timonel canario Antonio Noboa y este dio su aprobación. Empezó entonces la búsqueda de los excracks del Ídolo y la noche del 27 de diciembre se realizó la cena-reencuentro entre Barcelona y sus antiguos futbolistas.