AFP
MAR DEL PLATA, Argentina.- Declarado muerto clínicamente a finales de los noventa, el Rally Dakar goza de buena salud y en su nuevo feudo sudamericano escapa a la crisis global y se apresta a iniciar la 33 edición agregando en su hoja de ruta a Perú, que se une a los pioneros Argentina y Chile.

Muchos años pasaron desde que en 1986 la prueba casi fue decapitada por un accidente de helicóptero que costó la vida a su creador Thierry Sabine, el cantante Daniel Balavoine, la periodista Nathalie Odent, el técnico de radio Jean-Paul Le Fur y el piloto François-Xavier Bagnoud.

El accidente apareció como seria limitante a la continuidad de una competición provocadora y costosa.

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Sus detractores organizados en poderoso lobby no escatimaron esfuerzos, bien para entorpecer sus largadas a instancias del cancante Renaud o para recurrir a una actitud anti-post-colonialista que, en trabajo de hormiga, comparaba la caravana del Rally en Sahel -zona de clima semiárido- con infames colonizadores armados de África Occidental francesa.

Pero no fueron ni un talentoso cantante ni algunos intelectuales alemanes vegetarianos quienes pusieron las mayores piedras en el camino y desplazaron al Rally del continente.

En 2008, una organización integrista, islamista, combatiente y respetuosa de las costumbres y religiones locales, según su propia definición, obligó al Dakar a tocar retirada.

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El dilema era simple: o el Dakar moría bajo las amenazas o se exiliaba muy lejos, al otro lado del Atlántico donde son bien recibidos aquellos que saben sostener un volante.

Etienne Lavigne, el patrón del Rally y de la ASO (Amaury Sport Organisation) miró hacia el oeste, más allá del oceáno. La patria del mítico quíntuple campeón mundial de Fórmula 1, Juan Manuel Fangio, le tendía los brazos.

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Y en ese lugar el Dakar, denominado así desde entonces, se reencontró con el brillo perdido.

El recorrido del 2012
Como Argentina y Chile, Perú entró en el trazado de la prueba y en la cola de espera están Uruguay, Brasil y Bolivia que tocan a la puerta y pretenden también su lugar.

"Tendremos un dispositivo similar a una táctica de fútbol. Haremos un 5-5-4: 5 etapas en Argentina, 5 en Chile, más la jornada de descanso, y 4 en Perú. Eso hace que tengamos dos días más de carrera o sea 14 contra 12 del año pasado", explicó Lavigne.

Luego de una primera jornada, el 1 de enero, que se desarrollará "sobre un cordón de dunas" tras la partida, el Rally atacará la pampa argentina y luego se dirigirá al norte bordeando la Cordillera de los Andes que atravesará en el paso San Francisco, entre Fiambalá en Argentina y Copiapó en Chile (etapa de descanso).

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Después la caravana retomará un largo tramo hacia el norte a través del célebre desierto de Atacama, antes de ingresar a Perú.

"Desde el ingreso a Chile y hasta el arribo a Lima, habrá 7-8 etapas de puro desierto y arena con una parte peruana muy interesante, suntuosa, excepcional", apuntó Lavigne.

Sobre la línea de partida en 2012 estarán representadas cincuenta nacionalidades: el rally-raid auto-moto-quads-camiones Dakar sigue con vida y goza de buena salud.